Y ESO QUE LA MUERTE, MIROME

Y ESO QUE LA MUERTE, MIROME
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Mirome al espejo ¿Y que vime?
La nada, el vacío, el espanto,
resucitando de Lepanto
el espectro de mi dirime.
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Pero osado fui, y atrevime
a reflejalla, y mientras tanto,
envenenome el mismo canto
que hogaño bebí, pero vime:
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Vime con la muerte vecina,
quitándome con gran quebranto
mi voz, mi reposo y mi vida.
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Mirome la muerte e ironía
del destino en su propio manto
tropezó, soltando mi brida.
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¡Espera a la Muerte! gritome.
su abulía quiso atraparme
más al fin conseguí zafarme,
y eso que la muerte, mirome.
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M.A.W. Abril 2004®